El impacto estimado en los objetivos de este proyecto es reducir al menos en un 20% las aplicaciones de productos fitosanitarios por parte de la mitad de los viticultores.
En nuestra región, esto supondría un ahorro económico de un 1.100.000 € aproximadamente y medioambiental de 9.538 litros de producto fitosanitario al año.
A principios de 2018, se inicio el proyecto “OIDO detection”, programa de 24 meses cuyo objetivo principal era el de dotar a los viticultores riojanos de una potente herramienta que les permita conseguir por un lado una agricultura más sostenible debido a la reducción de aplicación de productos sanitarios, y por otro lado también más rentable al reducir los costes asociados a la producción.
Cuando hablamos de oidio, nos referimos a una enfermedad endémica en nuestra región que, en condiciones climáticas favorables, puede causar daños considerables en ese patrimonio tan preciado e importante en nuestra economía regional, el viñedo. Podemos afirmar que dicha enfermedad ha traído consigo la necesidad de aplicar ciertos tratamientos costosos, no necesariamente sostenibles y muchas veces poco efectivos.
Así, el grupo operativo de este proyecto, formado por las principales asociaciones representativas del sector varias bodegas, investigadores y empresas tecnológicas, se ha volcado en desarrollar y poner en práctica un modelo predictivo adaptado a las condiciones y peculiaridades de nuestro viñedo.
En este sentido, durante estos últimos dos años se eligieron varias parcelas de viñedo afectadas por esta enfermedad y que fuesen representativas de las diferentes zonas de nuestra región. En cada una de ellas se llevo a cabo ambos años varios ensayos específicos (distribución de testigos, repetición de tratamientos) todo ello en base a diferentes criterios: uno “predictivo” basado en las recomendaciones de la herramienta creada a tal fin (Modelo Gubler-Thomas), y otro “convencional” basado en el criterio del viticultor.
Como resultado del proyecto tras estos dos años podemos resaltar que durante la campaña 2018, la infección por Oídio se manifestó con mucha severidad en la mayor parte de La Rioja, al contrario de lo que sucedió en 2019 en la que se manifestó con muy poca severidad. Con la ayuda del Modelo Gubler-Thomas en la toma de decisiones durante ambas campañas se logró reducir el número de aplicaciones en más de un 20% en más de la mitad de las parcelas ensayadas.
Es importante resaltar que el impacto estimado en los objetivos de este proyecto para los 16.500 viticultores y las más de 500 bodegas que componen el sector vitivinícola riojano es reducir al menos en un 20% las aplicaciones de productos fitosanitarios por parte de la mitad de los viticultores. Esto supondría un ahorro económico de un 1.100.000 € aproximadamente y medioambiental de 9.538 litros de producto fitosanitario al año.
Desde FECOAR, valoramos de forma positiva los resultados de este proyecto y pese a la disparidad de ambas campañas parece factible poder lograr al menos este impacto con la ayuda de modelos predictivos. En vista de los resultados obtenidos en los testigos de 2019, podría contemplarse incluso la aplicación de menos tratamientos frente al Oídio.