La viticultura de calidad es la más afectada por la crisis del COVID-19 y la menos beneficiada por estas ayudas.
Destilar 2 millones de hl de vino este año no es una medida eficiente teniendo en cuenta la cosecha tan abundante que ya se asoma para la próxima campaña.
De forma general, desde FECOAR nos sorprende enormemente que en una crisis como la actual en nuestro sector, que es fundamentalmente una crisis generada por el cierre generalizado y masivo del canal HORECA con la repercusión tan fuerte que se genera en el consumo ligado a ese canal, no se contemplen una serie de medidas por parte del MAPA que vayan principalmente dirigidas a aquellos operadores y ese segmento del sector que está fuertemente vinculado a ese canal de comercialización y al consumo derivado del mismo.
Recordemos que, en 2019, y basándonos en datos proporcionados por NIELSEN, las D.O. españolas comercializaron en el canal HORECA a nivel nacional un 69% del total de vinos en volumen (del cual cerca más de un tercio pertenece al vino con D.O.Ca Rioja) mientras que los vinos de mesa únicamente coparon un 24% de ese total. Si trasladásemos esas cifras en valor, la diferencia entre esas cuotas sería aún mayor. Retomando las palabras de nuestro presidente, Fernando Ezquerro, “con el enfoque actual y definitivo del Real Decreto, estas ayudas van a ir a parar, en su gran mayoría, a aquella viticultura que tiene desde hace muchos años un enorme problema estructural que no se corresponde en nada con el tipo de viticultura que tenemos en Rioja, siendo esta última la más afectada por la caída del consumo vinculada al canal HORECA y por lo tanto la más necesitada en este momento.”
Abundando en esta última reflexión, el presidente, añade que “si hablamos de eliminar de forma eficiente un exceso de oferta de vino ya existente que se ha generado en el mercado por culpa de esta pandemia, no es entendible que se ponga en marcha una medida de destilación de crisis con un presupuesto de 65,5 millones de euros para únicamente 2 millones de hectolitros en todo el territorio español, cuando la próxima cosecha se prevé muy abundante con probablemente 14 millones de hectolitros más que el año anterior.” Sigue diciendo que “tampoco es concebible que de todas estas medidas se meta mano en el presupuesto del PASVE de la próxima anualidad, sin que se prevean y habiliten fondos extraordinarios a nivel europeo y/o nacional. Esperemos en este sentido que el año que viene haya presupuesto suficiente para lanzar a través del PASVE las campañas de promoción que permitan reactivar ese consumo de vino tan necesario que se ha perdido con esta crisis.”
Respecto a las demás medidas, si bien teóricamente y sobre el papel pueden resultar en algún modo atractivas para nuestros operadores, viticultores y bodegas, el presupuesto correspondiente a cada una de ellas es muy escaso y las convierte en un apoyo muy relativo al sector. Explica nuestro presidente que “respecto a la cosecha en verde, teniendo en cuenta el presupuesto asignado, la multitud de CC.AA. que la han solicitado y el enfoque tan drástico de la medida que no permite la vendimia parcial de las parcelas, no logramos entender la eficiencia que busca el MAPA con esta medida.”
En definitiva, creemos que existe una incongruencia muy importante entre la crisis actual y las medidas que se han puesto en marcha por parte del MAPA. En este sentido, animamos a la Consejería de Agricultura de nuestra CA a seguir en la misma línea de trabajo uniendo esfuerzos para seguir promoviendo y defendiendo la viticultura de calidad tan representativa de nuestra zona.